INMOBILIARIO Y URBANÍSTICO

Durante los últimos años una profunda crisis ha golpeado a España y a su sector inmobiliario con especial dureza. Ello ha provocado una agudísima caída en cuanto al precio medio de la vivienda que ha pasado de estar claramente inflado a situarse en niveles tan bajos que representan una auténtica oportunidad de inversión para personas y empresas de origen foráneo. Una vez despejadas las dudas sobre la solvencia de nuestro país en los mercados internacionales, el interés por el sector inmobiliario resurge con fuerza, y poco a poco se vuelve a apreciar el aumento de personas y empresas que desean adquirir una vivienda o emprender la promoción inmobiliaria en nuestro país.

Reflejo de ello son noticias como la que habla de que según el Consejo General del Notariado, la compraventa de viviendas se disparó en un 45,5% durante el primer trimestre de 2014, y que las ventas a ciudadanos extranjeros supusieron un 19,4% del total, representando esto una subida del 27.2% respecto al mismo periodo de 2013.

A pesar de que la inversión en este sector se presenta como una atractiva oportunidad, no hay que despreciar los riesgos que ello implica, ya que el desembolso que supone la adquisición de una vivienda suele comprometer una parte importante del patrimonio de nuestros clientes.

Uno de los graves problemas que se ha dado con especial intensidad en nuestra región, es la proliferación de la construcción de viviendas sin licencias urbanísticas, edificándose las mismas en suelo no apto para uso residencial, y a veces incluso en zonas especialmente protegidas e invadiendo el dominio público marítimo terrestre o afectando a vías pecuarias. Un ejemplo especialmente grave, aunque desgraciadamente, no el único, es el caso de Chiclana de la Frontera, dónde algunas estimaciones elevan el número de viviendas “ilegales” por encima de las 40000, viviendas que se hallan rodeadas de miles de viviendas, en zonas que aparentemente no presentan problemas, pero que realmente son “bombas de relojería” en potencia, y que pueden acabar demolidas por la acción de la Administración o de la Justicia, convirtiendo la vivienda soñada por sus dueños, en su peor pesadilla.

Desde nuestros comienzos, uno de los puntos fuertes de nuestro despacho ha sido y sigue siendo el asesoramiento jurídico y las gestiones encaminadas a la adquisición y promoción inmobiliaria de viviendas, ya se traten éstas de pequeños apartamentos de vacaciones o exclusivas villas de lujo. En este terreno, nuestra Firma se encarga de que nuestros clientes conozcan de antemano los desembolsos que deberás llevar a cabo para la compra o promoción de su vivienda, de llevar asimismo a cabo todas las gestiones que resuelvan posibles cargas que afectan a la misma, asegurarnos de que no existan imitaciones o expedientes urbanísticos que supongan potenciales peligros, tramitar las licencias oportunas, confeccionar los contratos que fijen los términos de la compraventa o la realización de la obra, y de llevar a cabo la posterior inscripción del inmueble en el Registro de la Propiedad.